¿Sabes en qué consiste el llamado Blues posparto?

El llamado blues posparto (o “baby blues”) o también conocido como disforia posparto, es una de las posibles alteraciones de ánimo que puede presentar una mujer luego de dar a luz a un hijo.
Este cuadro se presenta de manera transitoria durante los primeros días después del parto, en general durante la primera semana, cuando padres y bebé en general ya han sido dados de alta del hospital y se encuentran adaptándose en casa al nuevo equilibrio que impone la llegada del nuevo miembro.
No corresponde a una enfermedad, sino a una alteración anímica leve, autolimitada en el tiempo y habitualmente no requiere tratamiento médico.
Se presenta en alrededor del 60% de las puérperas y tiende a resolverse espontáneamente dentro de las primeras dos semanas.
Lo más habitual es el ánimo bajo, la presencia de insomnio, tendencia al llanto, fatiga, ansiedad, irritabilidad, dolores de cabeza y preocupaciones obsesivas con respecto al cuidado del bebé.
Este cuadro podría tener una mayor relación con los bruscos cambios hormonales que se presentan en esta etapa. No parece haber relación con patología en el embarazo ni con el modo de parto ni con que el bebé se mantenga o no saludable luego de nacer.
En general no requiere tratamiento farmacológico, pero sí contención, apoyo y educación al respecto.
Si lo pensamos bien, es un período altamente exigente en que el cuerpo muchas veces está muy cansado luego del trabajo de parto y debe rápidamente acomodarse a su nueva condición sin el bebé, cicatrizar eventuales heridas que se hayan provocado y prepararse para la lactancia, la mente se encuentra en un estado de esfuerzo permanente en el intento de descifrar las señales de nuestro hijo y propiciarle ininterrumpidamente los mejores cuidados posibles. A esto sumemosle la privación de horas de sueño, y todo el resto de asuntos del que a veces es difícil no hacernos cargo (visitas, trámites hospitalarios, cuidados de otros hijos, etc). Por lo que es comprensible que tanto mente como cuerpo requieran un par de días para acostumbrarse a esta nueva homeostasis.
Si te encuentras en tus primeros días posparto y sospechas que te ocurre algo parecido es importante conversarlo con tu matrona o ginecólogo en tu control postnatal, pues ellos pueden darte algunas pautas para aliviarte y que estos días no se te hagan aún más difíciles.
Lo más importante es tener paciencia, no dudar de tus capacidades de madre y apoyarse en otros cercanos para todas las tareas especialmente las que no tengan que ver con los cuidados de tu hijo (asuntos de la casa, otros hijos, etc).
Si los síntomas se agravan o se mantienen permanentes por más de dos semanas, es fundamental consultar, pues en estas condiciones hay mayor riesgo de que se trate de una depresión posparto.
Dra. Soledad Ramírez
Psiquiatra-Psicoterapeuta
Equipo Centro SerMujer
(artículo previamente publicado como colaboración a Mamadre)