Embarazos múltiples: Hoja de ruta para el primer año de crianza (parte 2)

En la primera parte de este artículo expuse los dos primeros puntos a considerar en este intenso primer año de nuestros bebés: la creación de la tribu, y la lactancia.
3-. Sueño
Para quienes tenemos hijos múltiples sabemos que este es un gran tema durante el primer año de vida de ellos. Existen mamás muy afortunadas a las cuales no les toca tan pesado este tema, pero a la mayoría sí nos toca.
Con un bebé ya es difícil dormir una noche de corrido, imaginen lo que es con dos o más. Peor aún si estos bebés han tenido que pasar por semanas o meses en la neonatología de la clínica u hospital en que nacieron ya que esta experiencia de incubadoras, ruidos agudos, pinchazos y cables suele generar estrés en los bebés y desordenar el sueño.
A mí personalmente me tocó bailar con la fea en este ítem. Pasé meses en que no dormía más de 3 horas en el día y estas no eran de corrido. Recuerdo que sentía que mi cuerpo no daba más de cansancio, a veces decía que iba al baño pero en realidad sólo quería cerrar los ojos un rato. Soñaba con una noche en que pudiera dormir de corrido. Pero por un buen rato esto no ocurrió.
Después de intentar muchas formas para que mis hijas durmieran, pasando incluso por secretos de campo de poner las sábanas al revés, o a la almohada al revés, o algo así, porque a estas alturas ya no recuerdo bien, descubrí que el sueño en los bebés es distinto al de los adultos y hay que aceptarlo.
Que un niño se despierte varias veces en la noche o que en ocasiones pase más despierto en la noche que en el día es normal. El ritmo circadiano (sueño/vigilia) requiere de la maduración del niño para regularse, y esto puede tomar varios años, no solo uno. Lo que ocurre es que cuando son dos o más, esta experiencia de estar disponible para las necesidades de los bebés puede llegar a ser demasiado agotadora, sobre todo si no se cuenta con suficiente ayuda.
Nuevamente volvemos a la importancia del punto uno. Es la tribu, el grupo humano con el que cuentan los padres lo que puede llegar a hacer la diferencia.
4-.Peleas entre hermanos
Suena raro hablar del primer año de vida y de peleas entre hermanos. Tal vez la palabra peleas está mal utilizada, pero me refiero a interacción molestosa entre hermanos.
Recuerdo que al comienzo fantaseaba con el momento en que ambas mellizas se pudieran sentar solas y pudiera dejarlas en un corral con sus juguetes compartiendo tranquilas, mientras yo las miraba y al mismo tiempo conversaba un tecito con una amiga.
Nunca fue así. Resulta que una de las mellizas cada vez que tenía cerca a la otra le tiraba el pelo. Con esas manitos de bebé que aprietan fuerte. A los 9-10 meses ya se movían más y los tirones de pelo eran cada vez más frecuentes. La otra lloraba desconsoladamente y a veces trataba de morder a su hermana para que dejara de molestarla. Muchas personas me decían “no te metas””, déjalas que aprendan a defenderse y que resuelvan solas”. Pero eran muy pequeñitas. Un bebé a esa edad no tiene criterio de nada. Había que protegerlas. Todo el mundo opina, pero pocos saben y han vivido lo que es la crianza de múltiples.
Vivir desde el vientre con otro al lado es una experiencia no menor a mi parecer. En mi experiencia el vínculo que surge entre estos dos, tres, o cuatro hermanos es muy potente. Se buscan, se huelen, se sienten a un modo en que los hermanos con diferencia de edad no.
Personalmente, creo que los padres sí debemos mediar estas primeras interacciones entre hermanos. Ayudarlos a vincularse, a olerse a mirarse sin hacerse daño. La motricidad en el primer año de vida es muy torpe y a diferencia de las sugerencias de los demás creo que los padres debemos acompañarlos y guiarlos en esto.
5-.Espacios de descanso para los padres
Para finalizar esta columna, luego de mostrarles el inmenso trabajo que puede llegar a significar el primer año de crianza de múltiples, quiero dedicar estas últimas líneas a los multipapás (mamás y papás). A todos aquellos que han debido sobrellevar la crianza de sus cachorros sacando fuerzas de lo más profundo de sus entrañas, levantándose y estando disponibles para el clan más allá del cansancio que los embarga. A todos ellos quiero decirles que el descanso es justo y necesario. Que es importante tanto para la pareja como para la salud mental de cada uno tener espacios de autocuidado, de tregua en medio de esta tarea maravillosamente intensa que es la crianza de dos, tres, o más bebés al mismo tiempo. Aquí nuevamente el rol de la tribu o grupo de ayuda es elemental.
Es deseable que durante este primer año la madre y el padre puedan tener la oportunidad de DORMIR. Ya sea que ambos se vayan juntos a algún lugar mientras otros de confianza cuidan a los bebés o de a uno a la vez. Es tan importante el descanso para el funcionamiento de nuestro organismo, para el ánimo, para la disposición con que hacemos las cosas, que creo que al menos cada dos semanas o una vez al mes la madre y el padre de estos bebés deben poder dormir…y sin culpa. La manada que rodea a esta familia de múltiples deben arreglárselas para que esto ocurra y estoy segura que de esta manera se aminora significativamente el estrés que significa criar más dos o más bebés a la vez.
En Centro SerMujer entendemos que a veces no es fácil lidiar con un embarazo o familia con varios bebés pequeños, si consideras que necesitas ayuda, contáctanos.
Ps. Alejandra Silva
Psicóloga clínica
Terapeuta Familiar
Experiencia en embarazos múltiples