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Neonatología y Apego ¿es posible?

Nacer e ir por un tiempo a la neonatología…

Amor, dolor, distancia, crear relación, culpa, contención, rabia, aprendizaje, incertidumbre, en fin… Todas las emociones apareciendo en las madres y padres, todos los pensamientos son posibles…

Madres, padres, abuelas, abuelos, presentes, insistentes, guerreros, involucrados, asustados, esperanzados comienzan a conocer sus propios recursos, sus posibilidades para enfrentar un mundo generalmente desconocido, una vivencia inexistente hasta ese momento.

Todos los días son experiencias e historias nuevas, aprendizajes respecto a la diversidad de los seres humanos, admiración, muchas veces, de la fortaleza e incluso de la debilidad de cada uno.

Me ha tocado acompañar a madres y padres que tienen a sus recién nacidos hospitalizados en una neonatología, y he visto como en gran parte de ellos existe una preocupación por el apego de su bebé ¿qué sucederá con el apego? ¿Habrá alguna consecuencia producto de la hospitalización? En primera instancia, lo importante es que no podemos saberlo, ya que el hecho de que el recién nacido esté hospitalizado no nos asegura ni un buen, ni un mal apego. Esta inquietud tiene mucha relación con la importancia que se le ha dado al primer contacto piel con piel cuando nace el bebé, a la lactancia materna y al cuidado continuo, momentos anhelados por la gran mayoría de estas madres y padres, pero a la vez todos alterados en este escenario. La madre, generalmente, no puede dar el pecho, tampoco tuvo a su hij@ junta a ella en el nacimiento, ni puede quedarse 24 horas con él en la neonatología (al menos en la mayoría de las de Chile) ¿Qué pasará con el apego entonces?

Es fundamental saber que el apego se construye en el tiempo, que no es un momento definido, sino que es una relación y que como toda relación requiere de tiempo para gestarse y consolidarse, saber cómo es y cómo podría actuar el otro en determinada situaciones. Un buen apego en el bebé, tendrá relación con la sensación de seguridad que le puedan brindar su madre y/o su padre cuando éste se ve enfrentado a situaciones de estrés, que le generan dolor, inseguridad, confusión, etc.

Es así, como la neonatología podría ser (y lo es en algunos hospitales y clínicas) un lugar que abre a los padres la posibilidad de contener a sus bebés después de cada procedimiento, después de cada examen, después de cada atención… Cuando ellos experimentan estas situaciones, los padres están ahí, esas manos cálidas que en ese momento son más cálidas, esas manos conocidas, esa voz que escuchan desde el vientre y que nadie más tiene, ese olor que los calma, que los contiene, que los hace saber que no está solos, dándoles un marco de seguridad. Entonces, si nos centramos en ellos y pasamos la barrera de los aparatos médicos, de las sondas y cables a los que están conectad@s y lo vemos a él o a ella, estamos construyendo relación. A tu guagua, no le importará estar donde está porque te tiene a ti y eso es lo único que le importa en este momento. Es así como las posibilidades de un buen apego podrían ser incluso más posibles que cuando las madres se van a casa con sus bebés de término… requiere valentía, confianza y mucho amor, es cierto.

Pilar Rochet Clasen

Psicóloga Equipo SerMujer

Experiencia en neonatología

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