Alergias Alimentarias - Parte I

Las alergias alimentarias son una reacción adversa y desproporcionada del sistema inmune de un organismo frente a un alérgeno (generalmente proteínas) presente en un alimento.
La prevalencia de las alergias alimentarias es de un 2-6% de los niños y se ha visto que internacionalmente va en aumento, las causas se están estudiando pero hay factores ambientales que influyen como la disminución de enfermedades infecciosas, la industrialización de alimentos, bajo consumo de antioxidantes en la dieta y bajos niveles de vitamina D (1).
La prevalencia disminuye con la edad, cerca del 4% de los adultos presenta alergia alimentaria. En niños las principales alergias son a la proteína de leche de vaca (APLV), huevo, soya, maní, trigo y pescados, y en adultos las principales son a frutos secos, mariscos, pescados, frutas y verduras (2,3).
Los factores de riesgo principales para desarrollar alergias alimentarias son la historia familiar de enfermedades atópicas como rinitis alérgica, asma, dermatitis atópica y alergia alimentaria. Si no hay antecedentes en la historia familiar la probabilidad del hijo de presentar alergia alimentaria es un 10%, este aumenta a 40% cuando hay un padre con atopia y a 70% con ambos padres con atopia. (4).
Todos los alimentos poseen una carga antigénica: el tejido linfático especializado en el intestino es capaz de discriminar entre lo que es nutritivo y lo que es patógeno, y habitualmente el organismo va desarrollando tolerancia con la edad. Pero el sistema digestivo de los bebés está inmaduro, lo que permite mayor paso de antígenos alimentarios al torrente sanguíneo y por ende menor tolerancia del sistema inmune intestinal. Un factor protector de las alergias alimentarias es la lactancia materna exclusiva, ya que se evita la exposición a un alérgeno alimentario precozmente como la proteína de leche de vaca, pero además contribuye con la la microflora intestinal, entrega IgA, promueve la madurez intestinal, protege contra infecciones y tiene efectos inmunomoduladores y antiinflamatorios (5).
(sigue en parte II)
Nutricionista Macarena Amaro
Diplomado en Actualización en Alergias, Intolerancias y Enfermedad Celíaca INTA U de Chile
Asesora de Lactancia Materna
Equipo Centro SerMujer
Bibliografía
1. Schaub B, Lauener R, von Mutius E. The many faces of the higiene hypothesis. J. Allergy Clin Immunol 2006;117:969-77;quiz 978.
2. Pereira B, Venter C, Grundy J et al. Prevalence of sensisitization to food allergens, reported adverse reactions to food, food avoidance, and food hypersensibility among teenagers. J Allergy Clin Immunol 2005;116:884-92
3. Eggesbo M, Botten G, Halvorsen R, Magnus P. The prevalence to allergy to egg a population-based study in young children. Allergy 2001;56:403-11.114:159-65
4. Pediatrics , 21st ed. New York, NY: McGraw-Hill; 2003. Eur J Pediatr. 2010;169(8):911-917.
5. Host A, Husby S, Osterballe O. A prospective study of cow’s milk allergy in exclusively breastfed infants. Incidence, pathogenetic role of early inadvertent exposure to cow’s milk formula, and characterization of bovine milk protein in human milk. Acta Paediatr Scand 1988; 77:663-70.
6. Rossel M, Araya M. Alergia Alimentaria en la infancia. Rev. Med. Clin Condes - 2011; 22(2) 184-189]
7. J Allergy Clin Immunol 2001; 108(5): 709 – 714
8. Guía Clínica Alergia a Proteína de Leche de Vaca. Santiago: Minsal, 2012.