Recomendaciones para una lactancia disfrutada- parte I

¡Hola a todas! Luego de varios años apoyando a las madres en su lactancia, les quiero compartir algunos puntos que considero importantes para tener un buen comienzo en esta preciosa etapa de nuestra maternidad. 1. Aprende sobre lactancia antes de que nazca tu bebé.
Cuando estamos embarazadas nos preocupamos mucho de prepararnos para la llegada de nuestro bebé. Compramos una cantidad de artículos inimaginable, todo lo que nos digan que puede ser útil o necesario. Decoramos su habitación, invirtiendo un montón de tiempo y esfuerzo. Queremos saber todo sobre el parto (lo cual es importantísimo también). Pero pocas veces pensamos en que la preparación para amamantar a nuestro bebé también es de vital importancia. La información es poder. Lee, investiga, pregunta. Hoy en día existen muchos sitios en internet con una gran cantidad de información sobre lactancia que puedes ir revisando y leyendo durante el periodo de embarazo. Es bueno asegurarse que sean de buena fuente, es decir, información basada en evidencia científica y no simplemente la opinión o experiencia de alguien, ya que como podrás darte cuenta, existe información muy variada y hasta contradictoria sobre amamantar. Asiste a talleres de lactancia impartidos por profesionales especialistas, y si es posible involucra a tu pareja.
2. La lactancia no es fácil al principio, pero se vuelve más fácil después. ¿Por qué será que escuchamos opiniones tan diversas sobre la lactancia? ¿Es realmente difícil la lactancia? Estudios indican que la gran mayoría de las mujeres presenta al menos un problema de lactancia durante los primeros siete días después del parto. Por qué ocurre esto? Si bien la lactancia es instintiva para el bebé y la madre, existen diversos factores que pueden interferir y afectar la lactancia:
-. La falta de conocimiento sobre el funcionamiento de la lactancia y de un ambiente apropiado (privado y tranquilo) para iniciar la lactancia.
-. Poco apoyo por parte de la familia y la sociedad en general
-. Problemas específicos de la lactancia: problemas en el acople, dolor al amamantar, manejo de la producción de leche materna, congestión mamaria, mastitis, entre otros.
-. Factores relacionadas con los servicios de salud: * Retraso en la primera toma * Separación de la madre y el bebé * Medicación en el parto * Suplementación innecesaria
Pero, ¿qué podemos hacer entonces para superar esos primeros días sin tirar la toalla en el intento? Dos palabras: APOYO e INFORMACIÓN. Una consulta de lactancia en el momento oportuno, puede hacer la diferencia. Numerosos estudios, de tipo meta-análisis avalan esta información e indican que aumenta la duración de la lactancia exclusiva. En particular las primeras seis semanas son las más difíciles, pero luego de este período de adaptación, todo comienza a hacerse más fácil y para la mayoría de las madres la lactancia exclusiva termina siendo más sencilla y sumamente gratificante. Es importante tener en mente que los obstáculos que se presentan al principio, casi siempre tienen solución y que una vez superados, la lactancia puede y debe continuar a largo plazo. Si sientes que algo no va bien, pide ayuda a tiempo! En caso contrario, las cosas podrían complicarse aún más y serán más difíciles de solucionar.
3. El contacto piel con piel ayuda mucho con la lactancia. La mayoría de las embarazadas han escuchado sobre la importancia de que mamá y bebé estén juntos la primera hora de vida, y de la importancia del apego. ¿A qué se refiere esto? A colocar a los bebés solo con su pañal y un gorrito para la cabeza sobre el pecho de su madre. Luego ambos son cubiertos con una manta tibia. Son muchos los beneficios documentados sobre esto. Los bebés que son colocados sobre el pecho de su madre regulan mejor su temperatura corporal, estabilizan sus niveles de glucosa en sangre, interactúan más con sus madres y lloran menos y tienen mayor probabilidad de una lactancia exitosa. Esto no es beneficioso sólo durante la primera hora de vida y también lo puedes hacer varias veces al día durante esos primeros días en la clínica e incluso después que te hayan dado de alta. Por qué digo esto? Normalmente lo que sucede esos días es que nos llenamos de visitas que por supuesto quieren compartir nuestra alegría y conocer a nuestro bebé, por lo que el recién nacido pasa más tiempo de brazo en brazo o en su cunita (mientras mamá conversa con las visitas) que pegado a su mamá. Y en realidad es importante para la lactancia que el bebé tenga acceso ilimitado al pecho para que pueda mamar frecuentemente, ya que ésta práctica hará que ambos se vuelvan expertos, que la producción de leche materna comience con buen pie y que el bebé deje de perder peso y mas bien comience a ganarlo. Se sabe que cuando un bebé toma pecho un mínimo de 7-8 veces el primer día de nacido, tiene un menor riesgo de tener ictericia al día 6 de nacido. Entonces a quedarte con tu bebé encima tanto como puedas y que succione el pecho con mucha frecuencia. Si tu bebé no se acopla bien, con mayor razón es bueno tenerlo piel con piel ya que estará más estable y con sus reflejos innatos para amamantar más activos. Y si éste es el caso, no entres en pánico. Puedes extraer con la mano gotas de calostro y luego dárselo a tu bebé con una cucharita o vasito. Continúa en contacto piel con piel y sigue intentándolo!
4. Entiende cómo funciona la lactancia.
Entender cómo funciona la lactancia es de vital importancia. Desde la segunda mitad del embarazo comenzarás a producir calostro, y aún si no tuvieras intención de amamantar, los cambios hormonales que se generan después del parto harán que produzcas abundante leche para tu bebé. Los primeros días el volumen es menor, cuando producimos lo que se llama el calostro. El calostro es leche materna que tienen una composición especial, más concentrada en algunos nutrientes como proteínas, carbohidratos y algunos minerales. No hay que pensar que el calostro es insuficiente para el bebé. La razón de que el volumen sea bajo es para que el bebé aprenda a coordinar la succión, la respiración y la deglución antes de que llegue una mayor cantidad de leche. De esta manera es mucho más fácil para él. Además, la alta concentración de factores inmunológicos del calostro hace que el recién nacido reciba la protección que necesita al iniciar la vida. El calostro recubre el sistema digestivo del bebé, impermeabilizándolo para hacerlo más resistente. Luego, en un par de días el volumen de leche aumentará drásticamente y el bebé comenzará a recibir una mayor cantidad de leche. Todo esto ocurre regido por las hormonas postparto. Aproximadamente después del 9no día de vida, la producción de leche materna dependerá más de la frecuencia con la que tu bebé tome el pecho. Mientras más frecuentes sean las tomas, más leche vas a producir. No necesitas esperar a que tus pechos se llenen. Un pecho lleno hace que la producción de leche sea más lenta, mientras que un pecho vacío se traduce en una producción más rápida. El otro punto importante es que las dos primeras semanas son críticas para la producción. Es decir, mientras más veces tome tu bebé en 24 horas durante esas primeras dos semanas, mayor será tu producción a mediano plazo. Por el contrario, si la frecuencia de las tomas es poca estos primeros días, después será más difícil aumentar la producción. Por esta razón es crucial pedir ayuda especializada lo más pronto posible, antes de que el problema se complique y cueste más revertirlo. Ahora, también es bueno tener expectativas realistas con respecto a los ritmos de la lactancia. De nada sirve que nos digan en la clínica que el bebé va a querer mamar cada 4 o cada 3 horas (o cualquier intervalo de tiempo), cuando lo cierto es que en la práctica cada bebé es diferente y su comportamiento y necesidades cambian día a día, e incluso en diferentes momentos del día. En mis consultas, con bastante frecuencia las mamás me cuentan que sus bebés les piden el pecho en períodos relativamente regulares en algunos momentos del día, mientras que en otros, muchas veces hacia el final de la tarde, parecen no saciarse con uno, dos y tres lados; están más irritables y lloran más. Es éste el momento en que las mamás sienten que su leche no es suficiente o que su bebé queda con hambre, lo que aumenta su inseguridad. Por eso es bueno saber qué esperar, y que estos episodios son bastante normales. Simplemente sigue las señales que te da tu bebé de que quiere mamar y no cuánto tiempo pasó desde la última toma. Los bebés amamantados toman pecho entre 8 – 12 o más veces en 24 horas. Si dejamos de ver el pecho sólo como un alimento y más como su forma de comunicarse contigo y con el mundo, no lo dudarás tanto antes de ofrecerle el pecho como forma de calmarlo y nutrirlo en todo sentido. 5. Sigue los principios de un buen acople al pecho.
Cuando un bebé está bien acoplado al pecho, éste logra transferir eficientemente la leche disponible en el pecho de la madre. Un buen acople no debería doler. Para esto, es importante que el bebé tenga una buena porción del pecho dentro de su boca, y que el pezón quede en la zona de confort, ese lugar entre paladar duro y el blando. De lo contrario, el pezón es presionado contra el hueso del paladar, y esta fricción hace que se formen grietas, ocasionando un dolor muy intenso. Es normal sentir cierta irritación o incomodidad en el momento del acople los primeros días de vida del bebé, pero si este dolor persiste pasados unos días o si no cede luego de unos treinta segundos de empezada la toma, entonces probablemente haya que hacer algunas correcciones en el acople y posicionamiento del bebé al pecho. Para que el pezón quede en la zona de confort, el bebé debe abrir la boca muy grande, como si fuera un bostezo. Además, el agarre debe ser asimétrico. Esto se refiere a que el bebé abarcará con su labio inferior una parte más grande del pecho que con su labio superior. El mentón es lo primero que toca el pecho, la cabeza del bebé estará ligeramente extendida hacia atrás y el pezón por encima de su labio superior. Esto proporciona el estímulo necesario para que el bebé abra la boca grande. En ese preciso momento la madre atrae al bebé hacia su pecho (y no lo contrario) antes de que comience a cerrarla. En esta página pueden ver una ilustración de el acople asimétrico, y aunque la página está en inglés, la imagen habla por sí sola.
6. Conoce la posición biológica para amamantar.
La posición biológica para amamantar se refiere a una postura corporal de la madre donde lo más importante es su comodidad y la estabilidad del bebé. El recién nacido viene preparado para alimentarse boca abajo, con todo su cuerpo apoyado sobre el de su madre. Numerosos estudios han observado que cuando el bebé es colocado en esta posición, se activan en él una serie de reflejos innatos que lo ayudan a movilizarse para buscar y encontrar el pecho materno. La fuerza de la gravedad juega un papel importante, siempre y cuando juegue a favor del bebé y no en contra. De lo contrario puede hacer que estos reflejos parezcan interferir con el amamantamiento y muchas veces que la madre interprete erróneamente el comportamiento natural de su bebé como un: mi bebé rechaza mi pecho, me empuja y se tira hacia atrás; o un: mi bebé no abre la boca grande. La madre se coloca en una posición semi-reclinada, con su bebé apoyado sobre su torso. Se ha observado que en esta posición el bebé es capaz de buscar solito el pecho y acoplarse. Entonces, la postura de la madre puede ayudar a que florezcan estos instintos del bebe para buscar el pecho, acoplarse y transferir leche eficientemente o más bien actuar como una barrera para la lactancia. Para más información revisar este sitio web. 7. Forma tu red de apoyo.
Si hay algo que puedes ir planificando antes de que nazca tu bebé es formar tu red de apoyo. Esto quiere decir, quiénes te acompañarán al inicio de la lactancia. Tu pareja, tu madre, son pilares fundamentales en este proceso. Los estudios indican que cuando la pareja apoya a la madre en su deseo de amamantar, ésta tiene mayores probabilidades de iniciar la lactancia y de que ésta tenga una mayor duración.
Los grupos de apoyo de la Liga de La Leche son un recurso muy valioso, a los que puedes asistir desde el embarazo y luego ir con tu bebé. Allí compartirás experiencias con otras madres, encontrarás respuesta a muchas de tus preguntas y seguramente saldrás con energías renovadas para seguir tu camino de amamantar a tu bebé. Apoyo especializado y personalizado. Ten a la mano los datos de una consultora de lactancia a quien puedas llamar cuando nazca tu bebé. Esto puede ser determinante para un buen comienzo y salvar situaciones difíciles cuando se afrontan oportunamente. Siempre es mejor la ayuda presencial y temprana, evita esperar a que el problema se presente.
No dudes en buscar ayuda en situaciones como éstas: Tienes dolor al amamantar, pezones agrietados. Si sientes que tu bebé no se acopla bien al pecho. Sientes que no produces suficiente leche o tu bebé no sube de peso según lo esperado Tienes dudas, preocupaciones o no disfrutas de la lactancia Lactancia a mellizos o múltiples Estás embarazada y quieres estar preparada para amamantar Quieres saber cómo combinar lactancia y trabajo Cómo introducir la alimentación complementaria Problemas de salud y lactancia
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Silvia Tupper es Consultora Internacional Certificada en Lactancia (IBCLC).