El Nacimiento de un Hijo Prematuro

¿Qué significa ser un bebé prematuro?
Ser un bebé prematuro significa nacer antes de la semana 37 de gestación. En algunos casos, este nacimiento anticipado hace que ciertas funciones del organismo del bebé aún no estén suficientemente desarrolladas para adaptarse al entorno, las más comunes son: no regula bien su temperatura corporal, no tiene suficientemente desarrollados sus pulmones ni su capacidad de mamar y deglutir.
¿Cómo saber qué tratamiento de apoyo necesita recibir un bebé prematuro?
Al momento de nacer, los doctores y enfermeras de las unidades de neonatología realizarán una evaluación del estado de salud general del bebé, determinando las terapias de apoyo que pueda requerir.
Una de ellas es la incubadora/cuna radiante, la que intenta reproducir las condiciones del bebé en el útero materno respecto a la temperatura, también a veces los bebés prematuros pueden requerir apoyo con oxígeno y una sonda para alimentarse.
Todas estas funciones tienen como objetivo apoyar al bebé mientras sigue desarrollándose hasta lograr un nivel maduracional que le permita desenvolverse por sí mismo.
Los padres y familia del bebé prematuro
La experiencia de tener un bebé prematuro es una experiencia de alto estrés emocional para los padres, generalmente es una situación inesperada y jamás presente en las fantasías del nacimiento del “hijo esperado”. Además, es un momento de mucha ambivalencia, por una parte uno está contento de que el hijo esté vivo, pero por otra parte, existen muchos temores acerca de su estado de salud y evolución.
Como padres y familia, ¿cómo se puede enfrentar el nacimiento de un bebé prematuro?
Frente a esta situación inesperada y de alto estrés, mucha gente tiende a aislarse, sin embargo, es aconsejable para la salud mental de los miembros de la familia realizar las siguientes acciones:
Frente a cosas que lo confunden del estado de salud de su hijo/a, pregunte al equipo de la Neo. Muchas veces la confusión genera altos montos de angustia.
Permita que personas que le generen sentimientos de tranquilidad, confianza y seguridad lo acompañen y apoyen durante la hospitalización de su bebé (profesionales de la Neo, familiares y/o amigos).
Hable con sus figuras de confianza acerca de lo que está viviendo, el hablarlo le permite ir procesándolo y enfrentarlo de mejor manera.
Si le cuesta hablar, exprese a través del dibujo, música o escritura lo que está sintiendo.
Para nutrir a otro, uno debe nutrirse: es importante descansar, alimentarse y dormir bien, hacer ejercicio para eliminar las tensiones.
Acompáñese por los otros padres de la Neo que están viviendo lo mismo que ustedes.
¿Cómo vive el bebé haber nacido prematuro?
Si bien estar en una Neo tiene como objetivo garantizar la vida del bebé, el estar expuesto a constantes intervenciones, muchas veces intrusivas, generan al bebé malestar y estrés; todos estos estímulos sensoriales (ruidos fuertes, luz artificial, exámenes, pinchazos, movimientos, postura de sondas en nariz) al no poder ser procesados ni entendidos (por no estar desarrollado el lenguaje verbal) son vividos como altamente estresantes, amenazantes y perturbadores.
Conductas de los padres que favorecen a su hijo/a:
La presencia de los padres permite ordenar esta información sensorial confusa y dolorosa, haciendo que el bebé esté más tranquilo, lo que lo hace sentir acompañado y seguro; esto se logra a través de estas conductas:
Acompañe a su hijo/a mientras está en la Neo.
Solicite ayuda al personal de la Neo para que lo apoyen respecto a cómo tomar y tocar a su bebé.
Favorezcan, padre y madre, el contacto piel con piel con su hijo/a; en el caso del cuerpo de la madre, éste está capacitado para adecuarse a la temperatura que su hijo/a necesita, regularizando el bebé en este tipo de contacto, su ritmo cardiaco y mejorando su respiración.
Cuando lo tome en brazos, utilice esos tiempos juntos para descubrirse y conocerse mutuamente.
Favorecer la lactancia materna, ésta provee oxígeno, calor, protección y nutrición.
Léale o cántele al bebé, no importa el contenido sino el tono suave de su voz.
Antes de meter su mano a la incubadora/cuna radiante, háblele a su hijo/a y frote sus manos para que éstas estén acordes a la temperatura del bebé y no perturbarlo.
Frente a llantos o movimientos del bebé, poner una mano sobre su cuerpo (lo hace sentir contenido) y háblele de las emociones que puede estar sintiendo.
Lo anterior, permitirá que su hijo/a regule mejor el estrés, teniendo más energía para alimentarse y crecer mejor. Por lo tanto, su presencia no es sólo importante, sino fundamental para su hijo/a mientras permanece en la Neo.
Ps. Marzia Jabbaz